La muerte es una parte esencial del Plan de Salvación. Para llegar a ser como nuestro Padre Celestial, tenemos que experimentar la muerte y recibir un cuerpo perfecto y resucitado. Cuando comprendemos que la muerte es parte del plan de nuestro Padre Celestial y que Jesucristo venció la muerte por medio de Su expiación, podemos recibir esperanza y paz cuando fallece un ser querido.
- 1 Corintios 15:22 (La Resurrección es un don de Cristo para todo el género humano)
- Mosíah 16:7–8 (La resurrección de Jesucristo quita al aguijón de la muerte)
- Mosíah 18:8–10 (Consolamos a quienes necesitan consuelo)
- Alma 11:42–45 (Tendremos nuestro cuerpo nuevamente debido a la resurrección del Salvador)
- Alma 28:12; D. y C. 42:45–46 (Lloramos por aquellos que mueren, pero la muerte es dulce para quienes mueren en el Señor)
- Alma 40:11–14 (Nuestro espíritu seguirá viviendo después que hayamos muerto)
- D. y C. 137:5–10 (José Smith ve a su hermano Alvin, a niños pequeños y a otros en el reino celestial)
- D. y C. 138 (El presidente Joseph F. Smith tuvo una visión del mundo de los espíritus)